Autorretrato con Cristo amarillo

El Autorretrato con Cristo amarillo es una obra del artista francés Paul Gauguin, pintada en el año 1889. Se trata de un cuadro dentro de otro cuadro, una técnica que Gauguin empleó en varias de sus obras. La pintura se encuentra en la colección del Museo de Orsay en París.

En el primer plano del cuadro, se puede ver el autorretrato del artista, donde se muestra su rostro.

La figura del Cristo amarillo se encuentra invertida, como si se tratara de una imagen reflejada en un espejo. El rostro de Cristo muestra similitudes con la fisonomía del propio Gauguin, lo que sugiere una identificación del artista con la figura divina.

La técnica utilizada en el cuadro es la del cloisonné, inspirada en los esmaltes y vidrieras. Se trata de una técnica de delimitación de zonas de color plano por medio de contornos en azul o negro, lo que permite una mayor luminosidad en las áreas de color.

La obra es una muestra del fauvismo, una corriente artística que se caracterizaba por el uso de colores vibrantes y brillantes. Gauguin utilizó una paleta de colores típicos del otoño bretona, donde se combinan amarillos, naranjas y verdes.

La figura central del Cristo amarillo fue inspirada en una talla policromada del siglo XVII, de autor anónimo, que se encuentra en la capilla de Trémalo, a las afueras de Pont-Aven. El color blanquecino pálido de Cristo es transformado por Gauguin en amarillo, que se convierte en el elemento más llamativo y destacado de la obra.

El Autorretrato con Cristo amarillo es una obra compleja y llena de simbolismo. Gauguin busca plasmar en ella su identificación con la figura divina, a través del uso de colores, técnicas y la figura del Cristo amarillo. La obra es un ejemplo de la forma en que el artista francés buscó alejarse del realismo y explorar nuevas formas de expresión a través del arte.