Vincent van Gogh realizó este pequeño autorretrato con pipa al poco de instalarse en París. Se puede apreciar que todavía no se había impregnado de la influencia de los impresionistas que conocería en «la ciudad de la luz», aún utiliza la paleta oscura y sombría que utilizaba en los Países Bajos.
Óleo sobre lienzo
27,0 x 19,0 cm.
París, primavera de 1886
F 208, JH 1195