óleo sobre lienzo, 45,3 cm x 50,9 cm
Museo Van Gogh, Amsterdam
Para esta casa de campo cerca de Arles, Van Gogh usó colores brillantes y sin mezclar. Este trabajo ilustra lo que había aprendido en París. Allí se había encontrado con una variedad de nuevos movimientos artísticos, incluidos el impresionismo y el puntillismo.
Tan pronto como llegó a la ciudad sureña de Arles, comenzó a pintar sus alrededores. Trató de usar todo lo que había aprendido para encontrar un estilo propio. Por ejemplo, varió su pincelada desde puntos y motas hasta trazos más grandes. En esta pintura, esa técnica es más claramente visible en el árbol.