En marzo de 1886, Vincent van Gogh se fue a vivir a París con su hermano Theo. Éste le dijo que sus pinturas eran demasiado oscuras y que tenía que atender el gusto de los posibles compradores. Esto llevó a la creación de varias pinturas de flores y plantas, entre ellas esta cineraria bastante rígida y oscura. Todavía no es muy colorida, pero es en París, donde Vincent comienza a contactar con los impresionistas y esta influencia es la que luego van Gogh abraza y nos ha dejado esos cuadros tan coloridos y característicos de su obra tardía.
Óleo sobre lienzo
54,5 x 46,0 cm.
París, julio-agosto de 1886
F 282, JH 1165
Museo Boijmans-van Beuningen, Róterdam