Espigas de trigo

Óleo sobre lienzo 64 x 48 cm.

F 767, JH 2034

Auvers (1890)

En su incansable búsqueda de inspiración, en esta obra, van Gogh parece haberse metido en un trigal para acercarse al máximo a las espigas y pintarlas en detalle. En una carta a Paul Gauguin le detalla la obra: «nada más que espigas de trigo, tallos de color azul verdoso, hojas largas como cintas, bajo un brillo verde y rosa; espigas de trigo, ligeramente amarillentas, con un borde rosado pálido por la forma polvorienta de la floración.» Para él evocaban «el suave susurro de las espigas de grano que se mecen de un lado a otro con el viento».

Museo van Gogh, Ámsterdam