Arles, abril de 1889
óleo sobre lienzo, 73,2 cm x 93,1 cm
F 511, JH 1386
Museo Van Gogh, Amsterdam
En Arles, había muchos huertos frutales. Poco después de que Van Gogh llegara allí, en 1888, llegó la primavera. Pintó con entusiasmo una variedad de árboles frutales en flor: albaricoqueros, almendros, manzanos, melocotoneros y en este caso ciruelos.