La casa amarilla

Vincent van Gogh (1853-1890), Arles, septiembre de 1888

óleo sobre lienzo, 72 x 91,5 cm.

F 464, JH 1589

Museo Van Gogh, Amsterdam

En mayo de 1888, Van Gogh alquiló cuatro habitaciones en una casa en la Place Lamartine en Arles (sur de Francia). Las contraventanas verdes de este cuadro de la plaza muestran dónde vivía. Poco después de mudarse a la ‘Casa Amarilla’, le envió a Theo una descripción y un boceto de su pintura: ‘es tremendo, estas casas amarillas a la luz del sol y luego la incomparable frescura del azul’.

La obra, que el propio Van Gogh llamó ‘La calle’, registra el entorno inmediato del artista: a menudo comía en el restaurante de la izquierda, y la casa de su amigo, el cartero Joseph Roulin, estaba justo más allá del segundo puente del ferrocarril.

Vincent finalmente había encontrado un lugar en la Casa Amarilla donde no solo podía pintar, sino también hacer que sus amigos vinieran a quedarse. Su plan era convertir el edificio amarillo de la esquina en una casa de artistas, donde pintores de ideas afines pudieran vivir y trabajar juntos.