Saint-Rémy, febrero 1890
Óleo sobre lienzo
Tamaño: 59,4 x 73,4 cm.
F 667, JH 1884
The Art Institute of Chicago
«Los bebedores (según Daumier)» de Vincent Van Gogh es una obra excepcional que combina la maestría del pintor postimpresionista con su admiración por el trabajo de Honoré Daumier. Pintada en 1890, esta pieza es un brillante ejemplo de cómo Van Gogh fue capaz de interpretar y reinventar obras de otros artistas bajo su propia visión única y emocional.
La pintura se inspira en una obra de Daumier, un reconocido pintor y caricaturista francés que a menudo retrataba escenas de la vida cotidiana y criticaba la sociedad de su época. En la reinterpretación de Van Gogh, la escena de hombres bebiendo en un bar se convierte en un estudio vibrante de color y emoción. Los tonos utilizados y las pinceladas audaces son característicos del estilo de Van Gogh, y su habilidad para capturar la humanidad y la emoción en los rostros de los bebedores es evidente.
«Los bebedores (según Daumier)» es más que una mera copia de la obra original de Daumier. Van Gogh infunde la escena con su sensibilidad y su perspectiva personal, convirtiéndola en una obra de arte única. El uso del color y la luz, así como las pinceladas expresivas, ayudan a transmitir una sensación de camaradería y melancolía que está muy presente en muchas de las obras de Van Gogh.
El período en el que Van Gogh pintó «Los bebedores (según Daumier)» fue un tiempo de intensa creatividad para el artista, pero también de dificultades personales. Su propia lucha con el alcoholismo y la enfermedad mental pueden haber influido en su elección del tema y en su interpretación de la obra. Sin embargo, a pesar de estas luchas, o quizás a causa de ellas, Van Gogh fue capaz de crear una obra de arte que todavía resuena con los espectadores más de un siglo después.
«Los bebedores (según Daumier)» es una obra que merece ser apreciada no solo por su belleza y técnica, sino también por lo que revela sobre Vincent Van Gogh como artista y como individuo. A través de esta pintura, podemos apreciar su habilidad para transformar una escena cotidiana en una obra de arte poderosa y emocional, y su capacidad para encontrar belleza y significado en los aspectos más oscuros de la experiencia humana.