Este óleo lo pintó Vincent van Gogh mientras estaba ingresado en el hospital Saint-Paul de Saint-Rémy. El modelo era un compañero de Vincent, que le escribió a su madre: «Es extraño que cuando uno está con ellos por un tiempo y se acostumbra a ellos, ya no piensa en que están locos«.
La pintura se dañó pero no sabemos en que circunstancias, ha llegado así hasta nuestros días.
Óleo sobre lienzo
32,5 x 23,5 cm.
Saint-Rémy, octubre de 1889
F 703, JH 1832
Museo Van Gogh, Ámsterdam