Vincent van Gogh (1853-1890), Amberes, diciembre de 1885
óleo sobre lienzo, 50,5 cm x 39,8 cm
Museo Van Gogh, Amsterdam
El cabello gris de la anciana asoma por debajo de su gorra blanca. A Van Gogh le gustaban los gorros como este, que contrastaban con la ropa y los fondos oscuros. Con pinceladas ásperas, Van Gogh sugirió las sombras en su rostro.
En Amberes, Van Gogh quería dominar la pintura de retratos. Escuchó que los marchantes de arte locales comentaban que los retratos de mujeres se vendían mejor que de los hombres. A partir de ese momento, se centró en modelos femeninos.