Arles, 1889
Óleo sobre lienzo
Tamaño: 64 x 53 cm.
F 500, JH 1659
Museo Pushkin, Moscú
El doctor Félix Rey fue el médico que atendió a Vincent tras su ingreso en el hospital de Arlés luego de cortarse el lóbulo de la oreja.
Van Gogh le regaló este retrato como agradecimiento por su atención, este lo aceptó aunque luego diría que le pareció «horroroso». Hasta el momento de su muerte en 1952, el doctor Rey, opinaba que Van Gogh era un fraude y su fama una moda pasajera, creo que se equivocaba…
En la turbulenta vida de Vincent van Gogh, su relación con el Dr. Félix Rey en Arles, Francia, representa un capítulo particularmente conmovedor. Van Gogh, quien experimentó múltiples episodios de enfermedad mental a lo largo de su vida, fue atendido por el Dr. Rey después del infame incidente en el que el pintor se cortó la oreja en 1888. Como muestra de agradecimiento, Van Gogh pintó un retrato del médico, una obra que simboliza tanto la vulnerabilidad del artista como su profunda gratitud hacia aquel que lo cuidó en su momento de mayor necesidad.
Félix Rey era un joven médico interno del Vieil Hôpital d’Arles cuando Van Gogh fue admitido en diciembre de 1888. Rey atendió al artista, tratando de curar sus heridas físicas y ayudándolo a lidiar con sus problemas de salud mental. A pesar de ser objeto de burlas por parte de sus colegas por su trato compasivo hacia Van Gogh, el Dr. Rey demostró un genuino interés por el bienestar del pintor, una actitud que Van Gogh valoró enormemente.
En enero de 1889, como gesto de agradecimiento, Van Gogh pintó el «Retrato del Dr. Félix Rey«. En la obra, Rey es retratado de medio cuerpo, vestido con una chaqueta azul sobre un fondo verdoso con figuras «japónicas», típicas de esa época de Vincent van Gogh. El uso de colores vivos y vibrantes, así como la aplicación de pinceladas enérgicas y expresivas, es emblemático del estilo postimpresionista de Van Gogh. El rostro del médico es representado con un trazo lleno de vitalidad y carácter, reflejando la profunda estima que Van Gogh sentía por él.
Sin embargo, es importante mencionar que el Dr. Rey no apreció particularmente el retrato. Según se cuenta, usó la pintura para reparar una gallinero, y finalmente la regaló. En una irónica vuelta de la historia, la obra, que actualmente se encuentra en el Museo Estatal Pushkin de Bellas Artes en Moscú, se considera hoy una de las piezas más valiosas de la producción de Van Gogh.
El «Retrato del Dr. Félix Rey» es, por tanto, un testimonio de la relación única entre un artista torturado y su médico, y representa una muestra significativa de cómo Van Gogh convertía sus experiencias personales en arte profundamente emotivo y conmovedor.