A finales de mayo de 1888, durante su estancia en Arles, Vincent van Gogh visita Les Saintes-Maries-de-la-Mer en el Mediterráneo. Eufórico, describe el color del mar a su hermano Theo «como la caballa, en otras palabras, cambiante, no siempre sabes si es verde o púrpura, no siempre sabes si es azul, porque un segundo más tarde, su reflejo cambiante ha adquirido un tono rosa o gris».
Se queda unos días en el pueblo de pescadores y en ese breve período realiza nueve dibujos, dos cuadros con escenas de playa y paisajes marinos con barcos de pesca y este cuadro de Les Saintes-Maries-de-la-Mer. Las hileras de arbustos de lavanda púrpura-azul conducen al pueblo con la iglesia en el medio.
Óleo sobre lienzo
64,0 x 53,0 cm.
Arlés: junio de 1888
F 416, JH 1447