«Hombre huérfano con sombrero de copa en la mano izquierda«, una obra emblemática de Van Gogh, revela su fascinación por los menos afortunados
La obra «Hombre huérfano con sombrero de copa en la mano izquierda» fue dibujada por Van Gogh durante su estancia en La Haya en el otoño de 1882. Durante este período, el artista se mudó a la ciudad costera para estudiar con su primo político Anton Mauve, un destacado pintor realista holandés. Van Gogh se sumergió en un viaje experimental de descubrimiento artístico, explorando nuevas técnicas pictóricas a través de estudios de dibujo y acuarela.
En sus cartas a su hermano Theo, Van Gogh mencionó en varias ocasiones al hombre retratado en esta obra. Describió al hombre como alguien con un abrigo viejo, una figura curiosamente ancha, cabeza calva, orejas grandes y sordas, y patillas blancas. Estos habitantes indigentes de la casa de beneficencia eran apodados «huérfanos» por la gente local y representaban temas perfectos para Van Gogh, quien se sentía fascinado y conmovido por los menos afortunados.
Durante el otoño de 1882, Van Gogh creó más de cien estudios de figuras de los residentes de la casa de beneficencia. El «hombre huérfano» representado en esta obra parece haber sido uno de sus modelos favoritos, apareciendo en aproximadamente treinta y cinco estudios. Fue identificado como Adrianus Jacobus Zuyderland, un jubilado de setenta y dos años que había ingresado a la casa de beneficencia en 1876. Zuyderland, nativo de La Haya, había participado en la Campaña de los Diez Días de Holanda contra Bélgica en 1830 y recibió la Cruz de Metal por su participación.
El aspecto llamativo y la versatilidad de Zuyderland como modelo deben haber captado la atención de Van Gogh. En esta obra en particular, el artista lo representa de pie, con su abrigo largo y su sombrero de copa en la mano, aparentemente negando la pobreza que lo rodea. Sin embargo, su ropa desgastada, botas gruesas y cabeza calva revelan su verdadero origen socioeconómico y edad.
En otros dibujos de Zuyderland, Van Gogh lo muestra desprevenido y derrotado por su miserable estado. Estas representaciones conmovedoras pueden haber sido una fuente de inspiración para el artista. De hecho, ocho años después, en mayo de 1890, Van Gogh pintó «A las puertas de la eternidad (Retrato de un hombre afligido)», una obra que refleja la desesperación y que sin duda fue inspirada por su dibujo de 1882 titulado «Desgastado«. Es posible que Van Gogh se identificara con Zuyderland, sintiéndose torturado y solo, anhelando la paz y la libertad.