Auvers-sur-Oise, mayo de 1890
lápiz, pincel, óleo y acuarela sobre papel, 44,3 x 54,0 cm.
En esta obra, van Gogh comenzó con un dibujo a lápiz. Luego agregó pintura al óleo y acuarela en diferentes tonos de azul. Pintó algunos de los techos de rojo, pero con el tiempo se han desvanecido a marrón. Debido a que dejó grandes áreas del papel en blanco, éste juega un papel importante en la escena.