Edvard Munch (1863-1944) fue un pintor y grabador noruego, ampliamente reconocido como uno de los precursores del expresionismo. Nació el 12 de diciembre de 1863 en Loten, Noruega, y creció en un ambiente marcado por la enfermedad y la muerte, experiencias que influenciaron profundamente su obra.
Munch comenzó a estudiar ingeniería, pero abandonó esa carrera para dedicarse al arte. En 1881, ingresó a la Escuela de Dibujo de Kristiania (actual Oslo) y, bajo la influencia del realismo y el simbolismo, empezó a desarrollar un estilo propio. En 1892, su exposición en Berlín generó una gran controversia debido a su estilo innovador y emocionalmente cargado, lo que contribuyó a su fama en Europa.
La obra más famosa de Munch, «El grito«, creada en 1893, se ha convertido en un ícono del arte moderno. Esta pintura expresa una profunda angustia existencial y es una representación visual del pánico y la desesperación humana. «El grito» es considerado una de las obras más importantes del movimiento expresionista debido a su poder emocional y su estilo innovador que captura la ansiedad de la condición humana.
A lo largo de su carrera, Munch exploró temas como la vida, la angustia, la muerte, el amor, los celos y la melancolía, utilizando colores vibrantes y formas distorsionadas para transmitir emociones intensas. Su obra influyó en numerosos artistas expresionistas y sigue siendo estudiada y admirada en todo el mundo por su capacidad para comunicar la experiencia humana de manera visceral y directa.
Edvard Munch falleció el 23 de enero de 1944 en Ekely, cerca de Oslo, pero su legado perdura, y su influencia se siente en el arte contemporáneo y en la forma en que el arte puede expresar las profundidades de la psique humana.