El cuadro «La Libertad Guiando al Pueblo» (1830) es una obra icónica del arte francés, realizada por el pintor romántico Eugène Delacroix. Con unas dimensiones de 2,6 metros de alto por 3,25 metros de ancho, la pintura es una de las más grandes y monumentales del siglo XIX.
La obra representa una alegoría de la Revolución de Julio de 1830, en la que el pueblo francés se rebeló contra el gobierno del rey Carlos X y reclamó su libertad y su derecho a la democracia. La figura central de la obra es una mujer que personifica a la Libertad, vestida con una túnica blanca y sosteniendo en su mano derecha una bandera tricolor francesa.
La Libertad está rodeada por un grupo heterogéneo de personas, representando a todos los estratos sociales, que se unieron en la revuelta popular. La escena es dramática y emotiva, con un intenso dinamismo y una tensión palpable, que refleja la violencia y el heroísmo del conflicto.
«La Libertad Guiando al Pueblo» es un cuadro que ha trascendido su contexto histórico y se ha convertido en un símbolo universal de la lucha por la libertad y la democracia. La obra ha sido objeto de numerosas interpretaciones y su uso se ha extendido desde el ámbito artístico hasta el político.
Actualmente, la pintura se encuentra en el Museo del Louvre en París, donde se exhibe en una sala especial dedicada al arte francés del siglo XIX. La obra es considerada uno de los tesoros más valiosos de la colección del museo, y su impacto cultural e histórico sigue siendo relevante hasta nuestros días.