«La Torre Eiffel de Seurat: Un Juego de Puntos y Luz en la Era del Puntillismo»
La Torre Eiffel, el emblemático símbolo de París, ha sido representada por innumerables artistas a lo largo de los años. Sin embargo, la interpretación única de Georges Seurat en su obra «La Torre Eiffel» es especialmente notable. Pintada en 1889, año de la Exposición Universal de París, esta pintura captura la majestuosidad de la estructura icónica sin terminar, mediante la técnica distintiva del puntillismo de Seurat, que transforma la luz y el color en una experiencia visual fascinante.
En «La Torre Eiffel», Seurat emplea su técnica característica del puntillismo, en la que utiliza pequeños puntos de colores puros aplicados de manera sistemática en la superficie de la pintura. Estos puntos se combinan visualmente cuando se observan desde cierta distancia, creando una mezcla óptica en la mente del espectador. La precisión y la paciencia necesarias para aplicar esta técnica demuestran el enfoque meticuloso de Seurat en la representación de la luz y la atmósfera.